18/8/16

Sánchez rechaza reunirse con Rajoy y le pide que fije fecha para la investidura

El gabinete del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se puso en contacto ayer con el gabinete del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, con el objetivo de concertar una reunión entre ambos líderes, según informaron a Europa Press fuentes de Moncloa. Estas mismas fuentes han precisado que el PSOE ha respondido negativamente a esta petición de diálogo.

Sin embargo, fuentes socialistas han asegurado a Europa Press que Jorge Moragas, jefe de gabinete de Mariano Rajoy, se puso en contacto con un homólogo de Ferraz para proponerle una entrevista entre el presidente en funciones y Sánchez: el PSOE respondió que su secretario general no tiene inconvenientes en hablar con Rajoy, pero que “lo lógico” es hacerlo conociendo una fecha de investidura.

El presidente del Gobierno afirmó este jueves que tenía intención de hablar con Pedro Sánchez con el fin de preguntarle si quiere que se celebren terceras elecciones generales, y para conocer su criterio sobre cuál debería ser la fecha de investidura.

“Lo que procede es una conversación con Sánchez para dos cosas: si prefiere la repetición de las elecciones y su criterio sobre la fecha del debate de investidura. En una conversación entre los dos, si se puede producir, o lo puede anunciar públicamente”, dijo Rajoy tras presidir la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP.

Rajoy realizó este anuncio tras insistir en la necesidad de que el PSOE cambie su “no” por la abstención, ya que aunque los populares consigan el “sí” de Ciudadanos, los votos de la formación de Albert Rivera no serán suficiente para lograr una investidura.

Fuente: msn.es

17/8/16

Ciudadanos muestra su perplejidad ante las "no noticias" de Rajoy

Perplejos, sorprendidos y desconcertados. Así se sienten en Ciudadanos después de las "no noticias" de Mariano Rajoy sobre las seis condiciones que le planteó la semana pasada Albert Rivera. Esperaban un "posicionamiento" y que el documento fuese puesto a debate en el comité ejecutivo nacional. Eso es, al menos, lo que dedujeron de las palabras del propio Rajoy tanto en la reunión que mantuvo con Rivera como en la comparecencia ante los periodistas posterior. Sin embargo, el presidente del Gobierno en funciones ha vuelto a hacer de las suyas y ha ignorado la demanda del partido naranja.

"Estamos sorprendidos y no entendemos que se haya perdido estos siete días para nada. Lo que esperábamos a día de hoy era algo diferente, algo más concreto", ha manifestado este miércoles el vicesecretario general de C's, José Manuel Villegas, en una rueda de prensa desde el Congreso, en la que ha evitado calificar la intervención del popular y su tono.

Villegas, no obstante, ha mostrado su confianza en que Rajoy se avenga este jueves, en una nueva reunión con Rivera (a las 13 horas), a firmar la condiciones y a poner la fecha del debate de investidura "como paso previo para empezar" a negociar. Y es que si el candidato conservador no accede a estos dos requerimientos, Ciudadanos ha advertido de que cerrará la puerta a un posible 'sí'. Es decir, que mantendrá el 'no' a Rajoy en la primera votación, y la abstención en la segunda.

"España necesita que se desbloquee la situación, que haya gobierno, hay que tomar decisiones importantes sobre el techo de gasto y los presupuestos, medidas que afectan a la vida real de los españoles y es importante que haya un gobierno que pueda tomarlas", ha insistido el dirigente naranja.

Sánchez dice 'no' a Rajoy: "Exige la sumisión de los grupos parlamentarios a su propuesta"

El líder del PSOE no ha tardado en responder a Mariano Rajoy. Pedro Sánchez ha reiterado que los diputados socialistas votarán 'no' en una posible investidura del presidente del Gobierno en funciones. "El PSOE no se abstiene ante la corrupción y la precariedad de los últimos cuatro años y medio".

"La comparecencia de Rajoy no ha sido digna de un candidato a la presidencia del Gobierno y una tomadura de pelo a los españoles", denuncia Sánchez en rueda de prensa, y lamenta la "indefinición" de Rajoy al no establecer la fecha de la investidura y aclarar si finalmente se presentará a la misma. "Ni el señor Rajoy ni nadie tiene derecho a mantener cautivas las instituciones de este país, por eso le exigimos antes de que termine la semana que fije la fecha, sino presentaremos para ello una iniciativa parlamentaria", anuncia Sánchez.

El secretario general socialista recuerda que el PP ha sido el partido con mayor apoyos en las urnas, pero eso no quiere decir que no necesite una mayoría parlamentaria para gobernar. Así, ha denunciado que el PP lo único que quiere es no gobernar sin oposición mediante el apoyo del PSOE, que también tendría que apoyar sus presupuestos.

"Votaremos no porque la gente nos ha votado precisamente para cambiar estas políticas", dice Sánchez en referencia a la petición de responsabilidad de Rajoy hacia los socialistas. "Rajoy necesita diálogo para alcanzar los 176 diputados y lograr la investidura

Google estrena Duo, videollamadas para competir con Apple (y WhatsApp)

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Este martes, Google ha presentado su última aplicación móvil, Duo, una 'app' de videollamadas que aparece como alternativa directa a FaceTime, de Apple, y a las rumoreadas videollamadas de WhatsApp. Se trata de un paso más en la batalla entre ambas tecnológicas por el control de nuestro móvil. Si bien la 'app' de Apple lleva tiempo bien posicionada entre sus usuarios, la apuesta de Google quiere destacar por su facilidad de uso y conectar distintos móviles, sean de la plataforma que sean.

"No deberías tener que preocuparte de si tu llamada podrá conectarse, o de si tu amigo usa el mismo dispositivo que tú", ha explicado Google en un comunicado. "No es de extrañar que hasta ahora casi la mitad de los adultos en EEUU no hagan videollamadas", ha añadido, en una clara alusión al sistema de Apple.

La aplicación, que está aún en proceso de lanzamiento en España (se espera que esté plenamente disponible entre hoy y mañana), apuesta por la simplicidad. La interfaz es sencilla y con pocas opciones, de forma que empezar una videollamada sea algo intuitivo. Desde esa pantalla de inicio se puede acceder a la lista de contactos, y destacarán los que ya tengan la 'app' instalada. A diferencia de Hangouts (e igual que WhatsApp), solo hace falta un número de teléfono para contactar, y no un correo electrónico.

En su afán por hacerla simple, Duo es también un poco limitada. Entre otras cosas, no permite videoconferencias en grupo, algo que sí permite Hangouts. a cambio, la emisión de vódeo comienza incluso antes de que el receptor de la llamada descuelgue. Esta función, llamada Knock Knock (la onomatopeya inglesa para llamara a la puerta), y puedes desactivarla a tu antojo.

Google, a por los iPhones

En los últimos años, Google ha hecho grandes esfuerzos por conquistar a los usuarios de iOS para que elijan sus aplicaciones sobre las 'apps' nativas de Apple. Varios ejemplos son Google Maps, Google Docs o Google Photos, jugando la baza de que no solo funcionan perfectamente en iPhones, iPads y Macs, sino que además evitan cualquier problema de incompatibilidad con los dispositivos Android.

Si solo puedes llamar a la mitad de la gente que conoces, es algo muy limitado

Nick Fox, jefe de comunicación de producto de Google, asegura en este artículo de The New York Times que la máxima prioridad de Duo es construir un buen producto y aumentar el uso de las videollamadas entre los usuarios de Android, pero también hacer este sistema operativo más atractivo para los usuarios de iPhones. "Nuestra visión es que las videollamadas deberían funcionar para todo el mundo. Si solo puedes llamar a la mitad de la gente que conoces, es algo muy limitado".

Así quiere dirigir Donald Trump la mayor economía del mundo

Candidato republicano Donald Trump

Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de analizar los programas electorales de Hillary Clinton y de Donald Trump es una cosa: en EEUU el liberalismo no sólo ha muerto sino que en estos comicios se le ha enterrado muy profundo. La verdad es que el liberalismo en EEUU era como una especie de ninot que el Partido Republicano sacaba a pasear todas las campañas y quemaba cuando empezaba a gobernar.

No hay más que ver el historial de los últimos cuatro presidentes republicanos. Richard Nixon puso al frente de la Reserva Federal a Arthur Burns, que, para agradar a su presidente, mantuvo los tipos de interés innecesariamente bajos durante los primeros shocks del petróleo y acabó provocando la estanflación (recesión e inflación) de los 70. Sólo Jimmy Carter, que empezó la liberalización de la economía -en sectores como el transporte aéreo y por carretera, y la vivienda- de la que luego Ronald Reagan haría bandera puso al frente del instituto emisor a un economista independiente, Paul Volcker, que es quien liquidó esa inflación.

En 1986 un Gobierno de Ronald Reagan más preocupado por mantener los tipos bajos que por mantener la inflación -de precios o de activos- bajo control liquidó a Volcker y puso en su lugar a Alan Greenspan ("por fin nos hemos librado de ese hijo de puta", dijo el entonces secretario del Tesoro y posterior confidente de George Bush padre, James Baker). Desde entonces, los republicanos tuvieron el control de la Fed hasta que en 2014 Barack Obama puso a Janet Yellen al frente del instituto emisor.

Y ahora, ¿qué quiere hacer Trump? Lo primero, acabar con la independencia del banco central que controla la moneda de reserva del mundo. No es especulación. Lo ha dicho. "No tengo nada contra Yellen, es una persona muy capaz. Pero no es republicana", dijo el 5 de mayo a la cadena de televisión CNBC. Trump también dejó clara su idea de una política monetaria basada en el dólar débil y en tipos de interés bajos. "Adoro el concepto de un dólar fuerte, pero, si miras lo que el dólar fuerte provoca, te das cuenta de que es algo que suena mucho mejor de lo que es", dijo. Evidentemente, un dólar débil fomenta las exportaciones. Y ésa es una de las claves de la campaña de Trump.

Fue en aquella misma entrevista en la que el candidato republicano propuso, lisa y llanamente, que Estados Unidos suspenda pagos. "Hay ocasiones en las que sería mejor para nosotros refinanciar la deuda y aumentar sus plazos", dijo. Esas declaraciones dejan a la Argentina kirchnerista -o incluso a la Venezuela de Maduro- más cerca de Milton Friedman, Friedrich Hayek y Ludwig von Mises que a unos EEUU bajo Trump. Pero, como siempre en Trump, no hay de qué preocuparse... salvo del candidato en sí. Porque entre su equipo de asesores está, por ejemplo, la economista Judy Sheldon, que lleva dos décadas y media prediciendo el colapso del dólar y últimamente ha reclamado la vuelta al patrón oro. O sea, que puede ser lo que Trump diga. O todo lo contrario.

Pero la ruptura de Trump con la ortodoxia republicana no concluye ahí. Un elemento crítico en los candidatos de ese partido ha sido privatizar el sistema de pensiones. En 2004, cuando George W. Bush fue reelegido, dijo: "Tengo capital político. Y voy a gastarlo". Lo gastó en dos reformas que nunca llegaron a ningún sitio: la de la inmigración -que en estas elecciones ni siquiera se plantea- y la de las pensiones -en las que quiso introducir elementos de planes de pensiones privados-. Fue la única vez que el entonces presidente trató verdaderamente de liberalizar la economía. Y fueron los propios republicanos, que controlaban el Congreso, los que lo torpedearon.

En 2016, Trump ya lo ha dejado claro: las pensiones no se tocan. Igual que el Medicare, que es el sistema público-privado de asistencia médica a la tercera edad. No es, en realidad, más que adecuar la retórica a los hechos. Los republicanos siempre hablan de recortar el componente público del Medicare, pero George W. Bush expandió la parte del Estado del programa de forma dramática en 2003, en lo que constituyó una forma indirecta de ganarse el voto de la tercera edad, los médicos y las empresas farmacéuticas, pues suponía que se ampliaba una cobertura que prestan empresas y profesionales privados pero paga el Estado.

Lo mismo pasa con el Medicaid, similar al Medicare pero destinado a las personas de bajos ingresos. Trump no lo va a reformar. ¿La razón? Una parte significativa de sus votantes son lo que los estadounidenses, en un ejemplo de racismo, llaman white trash (basura blanca) y usan ese programa para tener una cobertura médica. Claro que tampoco Reagan tocó ese programa.

Estas propuestas son una herejía para el republicano más influyente en materia de política económica, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, que en 2011 propuso un plan fiscal que consiste en eliminar todo el gasto público de EEUU salvo el de Defensa. La discrepancia es aún mayor porque Trump quiere aumentar el gasto público con un billón de dólares (900.000 millones de euros) en gasto en infraestructuras en cuatro años, lo que supone incrementar el presupuesto en, al menos, un 6,5% anual. Dice que esa inversión generaría 13 millones de empleos, lo que en un país con una tasa de paro del 4,9% supondría, en principio, que la inflación se disparara, aunque en realidad esa cantidad de empleo no está justificada por ningún estudio serio.

Pero hay áreas en las que Trump se ajusta a la ortodoxia republicana. Una es en materia impositiva. Es un firme defensor de la teoría del goteo -trickle down- que sostiene que, si se baja la presión fiscal a las rentas más altas toda la economía se beneficia. De hecho, ha tenido que moderar algunas propuestas para dejarlas al nivel de las de Ryan, dado que en principio Trump era un mayor defensor de los tipos marginales bajos para los ciudadanos con mayores ingresos.

Así, quiere limitar el tipo máximo federal (en EEUU los Estados y a veces hasta las ciudades tienen sus propios tipos marginales) del Impuesto de Sucesiones al 15%, frente al 33% actual, y el del IRPF del 39,6% al 33%. A eso se suman otras medidas, como una deducción para las familias que tengan que llevar a sus hijos a guarderías. Pero esto sólo afectaría a los contribuyentes que pagan impuestos, ya que es una deducción. Los exentos del IRPF por sus bajos ingresos -precisamente los que necesitan las ayudas- no se beneficiarían.

No es el único punto de coincidencia. Trump quiere eliminar restricciones a la extracción de petróleo y gas por fracking y, de hecho, uno de sus mayores donantes y asesores es Harold Hamm, un gran empresario del sector, con un patrimonio de 10.000 millones de dólares (9.000 millones de euros). También afirma que eliminará restricciones a las emisiones de gases contaminantes porque "el cambio climático es un invento de China para que EEUU deje de ser competitivo".

Pero donde Trump dinamita la doctrina económica republicana en forma y fondo es en libre comercio. El empresario quiere renegociar el Tratado de Libre Comercio que ese país mantiene desde 1994 con sus dos mayores socios: Canadá y México. Si Ottawa y México se oponen, Trump retirará a EEUU del Tratado. Si gana las elecciones, también declarará a China "manipulador de su divisa", lo que abriría la puerta a aranceles de hasta el 100% a las importaciones de productos de ese país. Esto es notable porque entre los expertos hay consenso en que la divisa china, el renminbi, está sobrevalorada, no artificialmente baja. En política comercial, Trump quiere abandonar los acuerdos multilaterales -como el TPP, firmado con 11 países de la cuenca del Pacífico- y sustituirlos por tratados bilaterales.

Esos detalles no importan mucho a Trump ni tampoco la aplicación práctica de su programa. Gran parte de sus propuestas, sobre todo en materia de impuestos, deben ser aprobadas por el Congreso y no está nada claro que vaya a suceder. Y, en último término, sus planes son un ejemplo de ambigüedad. La mejor muestra: el Salario Mínimo Interprofesional. Según The Washington Post, Trump ha cambiado de opinión 14 veces al respecto. Así que habría que plantearse, más que si Trump se ajusta a la retórica liberal republicana, en qué cree el candidato.

Fuente: El Mundo

El pentagrama escondido en la mesa de la Ultima Cena de Leonardo Da Vinci



El cuadro de la última cena de Jesucristo y los apóstoles. Da vinci escondió en este cuadro las notas de una composición musical, utilizando la mesa como pentagrama y los panes que se disponen en ella como notas musicales. Realmente es curioso. Tenemos curiosidad por escucharla. Aquí te dejamos un vídeo con las notas de la partitura interpretadas libremente de la forma más sencilla en un piano, empieza en el 0:30.

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