19/7/16

OAR orden agustinos recoletos

OAR Enrique Antonio Schlegel


Los Agustinos Recoletos son una orden religiosa formada por cerca de 1.200 religiosos que, viviendo la vida fraterna en comunidad, quieren seguir a Cristo, casto, pobre y obediente; buscan la verdad y están al servicio de la Iglesia; se esfuerzan por crecer en la caridad según el carisma de san Agustín y la intensidad propia de la Recolección, movimiento de interioridad y radicalidad evangélica.

Orígenes

La Orden surge en el siglo XVI, cuando algunos religiosos agustinos, bajo el impulso del Espíritu Santo, por un especial carisma colectivo, desearon vivir su vida consagrada con renovado fervor y nuevas normas al servicio de la Iglesia. El Capítulo de la Provincia de Castilla, celebrado en Toledo en 1588, determinó que en algunas casas se viviera este nuevo modo de vida. A los pocos años de iniciarse la recolección, en 1605, parte la primera expedición misionera a Filipinas.
Los agustinos recoletos son herederos de la forma de vida suscitada por San Agustín (354-430) y asumida en el siglo XIII con espíritu mendicante por la Orden de San Agustín (Gran Unión de 1256). Después de más de tres siglos de historia, en 1912, fueron reconocidos por la Iglesia como orden religiosa autónoma.
Su proyecto de vida es el propio de una orden religiosa, suscitada bajo el impulso del Espíritu Santo y aprobada por la Iglesia: viviendo en comunión de hermanos, desean seguir a Cristo, casto, pobre y obediente; buscan la verdad y están al servicio de la Iglesia; se esfuerzan por conseguir la perfección de la caridad según el carisma de san Agustín y el espíritu de la recolección.

Carisma de los Agustinos Recoletos

El carisma es una experiencia del Espíritu Santo que implica un modo específico de ser, una específica misión y espiritualidad, estilo de vida fraterna y estructura al servicio de la misión eclesial. El carisma agustiniano se resume en el amor a Dios sin condición, que une las almas y los corazones en convivencia comunitaria de hermanos, y que se difunde hacia todos los hombres para unirlos en Cristo dentro de su Iglesia. La vivencia del propio carisma les transmite la vitalidad que procede del Espíritu Santo, los renueva constantemente y los impulsa a la formación permanente para estar disponibles en el servicio de la Iglesia.
Patrimonio espiritual de la Orden son la vida, la doctrina y la Regla de San Agustín, la “Forma de vivir” de los comienzos de la recolección y el testimonio de santidad de tantos hermanos que, fieles al Espíritu, han dado vida a su historia.
Las Constituciones son la expresión del carisma de la Orden y proponen la manera peculiar de seguir a Jesús respondiendo a la vocación de agustinos recoletos. En ellas se integran los tres aspectos constitutivos del carisma: el amor contemplativo, el amor ordenado comunitario y el amor difusivo apostólico.
La Orden está formada por religiosos sacerdotes y religiosos hermanos; todos ellos viven su vocación, comparten la vida fraterna en la comunidad y tienen una misión que realizar.



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